martes, 22 de enero de 2008

Hoy... PABLO NERUDA

Pablo Neruda: gran poeta chileno. Un autor que me emociona cada vez que leo sus poemas. En esta oportunidad seleccioné uno de mis preferidos, "La canción desesperada".
Además les dejo para aquellos amantes de Neruda un link en el que van a encontrar el texto íntegro, documentos auditivos con la voz del poeta, y estudio de la frecuencia de las palabras... http://pagesperso-orange.fr/pablo-neruda/
Hasta pronto y que lo disfruten!





La canción desesperada


Emerge tu recuerdo de la noche en que estoy.

El río anuda al mar su lamento obstinado.


Abandonado como los muelles en el alba.

Es la hora de partir, oh abandonado !


Sobre mi corazón llueven frías corolas.

Oh sentina de escombros, feroz cueva de náufragos !


En ti se acumularon las guerras y los vuelos.

De ti alzaron las alas los pájaros del canto.


Todo te lo tragaste, como la lejanía.

Como el mar, como el tiempo. Todo en ti fue naufragio !


Era la alegre hora del asalto y el beso.

La hora del estupor que ardía como un faro.


Ansiedad de piloto, furia de buzo ciego,

turbia embriaguez de amor, todo en ti fue naufragio !


En la infancia de niebla mi alma alada y herida.

Descubridor perdido, todo en ti fue naufragio !


Te ceñiste al dolor, te agarraste al deseo.

Te tumbó la tristeza, todo en ti fue naufragio !


Hice retroceder la muralla de sombra,

anduve más allá del deseo y del acto.


Oh carne, carne mía, mujer que amé y perdí,

a ti en esta hora húmeda, evoco y hago canto.


Como un vaso albergaste la infinita ternura,

y el infinito olvido te trizó como a un vaso.


Era la negra, negra soledad de las islas,

y allí, mujer de amor, me acogieron tus brazos.


Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta.

Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro.


Ah mujer, no sé cómo pudiste contenerme

en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos!


Mi deseo de ti fue el más terrible y corto,

el más revuelto y ebrio, el más tirante y ávido.


Cementerio de besos, aún hay fuego en tus tumbas,

aún los racimos arden picoteados de pájaros.


Oh la boca mordida, oh los besados miembros,

oh los hambrientos dientes, oh los cuerpos trenzados.


Oh la cópula loca de esperanza y esfuerzo

en que nos anudamos y nos desesperamos.


Y la ternura, leve como el agua y la harina.

Y la palabra apenas comenzada en los labios.


Ése fue mi destino y en él viajó mi anhelo,

y en él cayó mi anhelo, todo en ti fue naufragio!


Oh sentina de escombros, en ti todo caía,

qué dolor no exprimiste, qué olas no te ahogaron.


De tumbo en tumbo aún llameaste y cantaste

de pie como un marino en la proa de un barco.


Aún floreciste en cantos, aún rompiste en corrientes.

Oh sentina de escombros, pozo abierto y amargo.


Pálido buzo ciego, desventurado hondero,

descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!


Es la hora de partir, la dura y fría hora

que la noche sujeta a todo horario.


El cinturón ruidoso del mar ciñe la costa.

Surgen frías estrellas, emigran negros pájaros.


Abandonado como los muelles en el alba.

Sólo la sombra trémula se retuerce en mis manos.


Ah más allá de todo. Ah más allá de todo.


Es la hora de partir. Oh abandonado !

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Palabras para... mí

Quise inaugurar este blog haciéndole como una especie de "homenaje" a una persona que llegué a apreciar mucho en el corto tiempo de charla pero que valió la pena para formarme una excelente imagen. Hace tiempo que no sé nada de él pero estoy segura de que todo lo que tenía en mente lograr, de seguro ya lo logró. Donde quieras que estes, te deseo toda la suerte del mundo y gracias por filosofar conmigo: para vos ... Felipón. Este poema me lo dedicó el 22/09/06, espero que les guste tanto como a mí.

"Este poema es para Valeria , mi amiga del otro lado del mar que con paciencia escucha, atenúa y calma mis incertidumbres de vez en cuando."


Cuando llega la noche,


y centrifuga en mi cabeza


una mezcla de humo y tristeza


al otro lado del mar espera Valeria


con su calma argentina


y su risa porteña.


Caracola de mar,


que recibe mis ondas de pena


las rompe contra las rocas


y en la inmensa pampa entierra


devolviéndome una marea de sol


y una nube de gaviotas morenas.


Un poema vuela los andes,


y en el cielo se disgrega


cayendo en forma de lluvia


para dar las gracias


a mi amiga,


a Valeria....